En el corazón del Bosque Susurrante, donde la luz de la luna pintaba senderos plateados sobre el suelo cubierto de musgo, vivía un sabio búho llamado Ori. Ori no era un búho cualquiera—sus plumas brillaban con destellos del crepúsculo, y podía leer el viento como si fuera un libro. Todas las criaturas del bosque acudían a él en busca de consejo, sobre todo cuando se avecinaban problemas. Y esta vez, los problemas habían llegado. Una sombría figura había tomado posesión de la torre de piedra cerc