En un valle tranquilo, donde los campos dorados se encontraban con los bosques susurrantes, vivían tres criaturas muy diferentes que rara vez se cruzaban. Un zorro llamado Fenn era astuto y veloz, su pelaje ámbar brillaba como fuego entre los árboles. Una pata llamada Delia vivía junto al estanque, sus plumas tan blancas como la nieve y su voz alegre como una campana matinal. Y cerca del prado se alzaba una granja donde un perro leal llamado Bristle vigilaba, fuerte y gentil, con ojos llenos de