Érase una vez, en la parte más verde del Bosque Sunnyvale, vivían Oso y Conejo. Oso, grande y bondadoso, adoraba dormir la siesta bajo la sombra de los pinos más altos. Conejo, pequeño y veloz, pasaba sus días saltando por los prados, siempre curioso. Aunque eran muy diferentes, Oso y Conejo eran los mejores amigos. Una mañana soleada, mientras Conejo mordisqueaba tréboles, vio un objeto brillante que sobresalía de un montón de hojas. Saltó hacia allí y descubrió un colorido mapa con símbolos mi