En una bulliciosa casa señorial al borde de un tranquilo pueblo, tres vidas muy diferentes se entrelazaron en secretos caminos. La mansión era hogar de señores y damas, sirvientes apresurados y tareas interminables. Entre los que trabajaban estaba una joven doncella llamada Elinor. Era dulce y diligente, con cabellos del color del trigo y manos a menudo doloridas de fregar suelos y acarrear agua. Aunque sus días estaban llenos de trabajo, Elinor poseía un espíritu luminoso que buscaba bondad en