Había una vez, en un valle tejido con arroyos plateados, un pato de ojos brillantes llamado Dabble. Dabble no era un pato común. Mientras los demás chapoteaban en las aguas poco profundas, Dabble soñaba con el mundo más allá de los juncos. Una mañana, una bandada de gansos pasó volando, gritando: “¡En la Cumbre Neblinosa vive un sabio que conoce los secretos del cielo!” La curiosidad revoloteó en el corazón de Dabble. “¿Qué guarda el cielo? ¿Alguna vez podré alcanzarlo?” Decidido a descubrirlo,