Había una vez, en el pacífico reino de Evergreen Vale, una bondadosa princesa llamada Elara. Pasaba sus días caminando entre los jardines de rosas del castillo, leyendo antiguos pergaminos en la biblioteca y visitando a los aldeanos para escuchar sus preocupaciones. Evergreen Vale era famoso por sus colinas verdes, profundos bosques llenos de aves cantoras y el majestuoso castillo sobre una colina de mármol junto a aguas cristalinas. En una pequeña cabaña cerca del borde del bosque vivía un jove